Porque te podría rajar el pescuezo con la hebilla de mi bota izquierda. Y tengo dos izquierdas y mas te vale seguir pensando que soy otra mediocre personita mas en ese rincón. Porque puedo ser mil a la vez y siempre creerás haberme visto por un segundo con el alma de negro, mirándote, intrusa de tus confortables esquemas mentales, incomodando y alimentando esas pesadillas que no sabes muy bien de donde vienen.
No te acostumbres nunca a mi, porque las arrugas de mis ojos son de reír... y mis eternas ojeras también.
Mejor que no se acostumbre.
ResponderEliminarPor si acaso.
Besos.
Que siempre sean así arrugas y ojeras: la consecuencia de la risa plena, que alimenta el alma y la autoestima.
ResponderEliminarBesote