Escondida, indefensa,
pequeña lucecita oscura,
que parpadea,que desciende,
que reprende y señala,
amenazante.
Huyo, me pervierto y disfrazo,
me destruyo y restituyo,
llenando los segundos de minutos,
los tengo por los quiero,
los después por los ayer.
Y todo para apagarla, maldita,
la que me sigue, malnacida,
que nunca se ha ido,
que nació conmigo,
maltrecha estrella negra.
Y cuando todo es luz,
como de bajo consumo
y pebeteros de llama y aceite,
se agazapa y resiste,
aterradora para mi,
desconcertante para ti,
mi pequeño amor.
Y esa pequeña negra luz,
la que venia cosida a mi,a veces se me escapa,
velo mortecino,
que me ahoga
y me destierra,
y te aleja de mi,
y me aleja de todo,
y solo esta ella.
De vez en cuando.
Lo que nunca fui,
lo que nunca conseguí,
lo que nunca seré.
Y se apaga y vibra;
volverá.
No hay manera de apagarla, verdad?
ResponderEliminarMe resulta conocida.
Besos.
Esa que ves siempre con el rabillo del ojo.
ResponderEliminarDecía Bruce Dickinson: "My star is black and burn".
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