
En este país de botijo y pandereta, de atrasos y retrasos, tanto sociales como mentales entre tanta corbata y batín, en este país, digo, ¿que se puede esperar si una noche entran en tu casa y se te llevan hasta el alma?
En ese momento piensas: "Policía!!" o "Tengo un seguro!!" pero después de un par de momentos mas te das cuenta que lo único que tienes es un dolor muy fuerte en los puños o los pies, de haberte desahogado por la rabia contra la pared mas cercana, o un coche, en mi caso.
Cuando te roban encuentras el equivalente a que violen a tu hermana, por ejemplo. Un ejemplo bestia, pero así son las cosas en este país.
En este país, digo, culo y miseria del primer mundo, donde la gente de a pie hace milagros por encontrar dinero donde no llega, donde los pocos que intentan seguir trabajando se topan continuamente con subidas de tasas, multas, sanciones, carnes a renovar, permisos que pagar, inspecciones que pasar y familias que mantener, estos, digo, son los que intentan -intentamos, porque me incluyo- que este país siga adelante. Porque a esos empresarios, los pequeños, los que responden directamente ante sus empleados, son los que le importa el futuro de su trabajo y el de los suyos. Pero, ay! Que país este!
En mi caso, confiesolo por fin, mi trabajo y mi familia siempre han sido lo mismo. Y cuando esta mañana mi señor jefe que a veces hace las mismas de padre se da con la puerta forzada, violada; duele. Duele mucho. Y la nausea te atenaza la garganta porque te das cuenta de que las cuentas no salen, de que se han llevado el equivalente a varios sueldos anuales, de que no entiendes a que han venido dos policías judiciales a buscar huellas cuando esto no es CSI ni hay lamparitas azules ni vergüenza que buscar. Y que conste que es la única esperanza que albergamos, que la policía, ante los cuales no es la primera vez que tengo que declarar como denunciante, hace su trabajo como se que lo hace. Porque ellos, dentro de lo que les toca, tampoco tienen la culpa de este pais de botijo y pandereta. Y lo que realmente jode de este país de botijo y pandereta es que los ladrones, los gordos, andan por la calle besando niños, firmando recalificaciones -que si, que se siguen haciendo-, llenando bolsillos, negando trasvases, farfullando en sus dialectos y, oh, vaya que sorpresa! Que se han olvidado de zapatero -sin mayusculas- para la cumbre de ayuda a Grecia?! Como habrá sido esto posible!
Me pierdo inutilmente en mi rabia...
Lo mas "gracioso" es que la zona donde yo vivo -mis padres- andan noche si, noche no, entrando a robar con debarbadoras y camiones-grúa... Solo espero que el día que toque en mi casa no le pille a mi madre dentro. Señores, esta es la seguridad de mi país, el de botijo y pandereta.