miércoles, 2 de diciembre de 2009

Formar, Informar y Entretener: los cojones.

Estoy cansada. A todos los niveles.
Drogada por la gripe y cansada de subir riscos.

Tengo mucho que contar aunque quizá y como siempre, muy poco que decir que no se sepa ya.

No seré yo quién traiga la verdad, ni la mía, ni la suya ni la que viene en mayúsculas capitales.

No seré yo quién venga aquí a levantar el dedo, rasgarme las vestiduras, levantarme las enaguas por encima de la cabeza, juzgar lo malo y lo peor de los medios de comunicación, entramadas sectas de cédulas terroristas, protegidas por la ley, reventadas de ambición, desligadas de cualquier dirección hacía la ética, lógica o moral.

Porque me entero por Simone, una de mis mamis blogeras, que ese señor de las islas Canarias realmente ha sido engañado, asediado, vilipendiado y despellejado por el total de la sociedad española -y nosotros con él- gracias a los medios y a un médico que más valdría haberse aplicado el autoaborto-retroactivo. Días y días escuchando de los medios las terribles penurias que esa pequeña de 3 años padeció en su corta vida, cómo su padrastro la quemaba viva y su madre lo permitía. Cómo fue golpeada y violada. Para ahora resultar que no.



Mireusté, que dice la Ministra que es lícito activar el protocolo de maltrato infantil pero con conocimiento. Si, vale, pero oigan, pero alguien me puede explicar en qué se diferencia una violación a una menor de un golpe en la frente? Es que soy médico y no lo tengo claro.

Porque yo también me he ostiado desde que nací para acá -hoy, por ejemplo, que me he caído por un terraplén-. Y también ostié a mi hermano siendo niños y a día de hoy sigue portando cicatrices en la frente de un cabezazo en pleno frontal. Y no se quedaría muy bien, que a le ha dao por trabajar. Pero los accidentes de los niños han ocurrido siempre, por desgracia.

Y ahora? Quién le restablece a este señor lo que viene siendo su honor? Porque yo no he visto retracción alguna por parte de la prensa. Ocurrirá peor y este mismo señor transformará el resto del suceso en un espectáculo. Denunciará a todo dios desde platós de televisión y escaleras de juzgados de 1º instancia y le darán la medalla de .... qué se yo, las bellas artes o algo. Y estaremos como al principio.

Y ya a NADIE le escandaliza que haya niños que son raptados -o no- de sus padres y que son objeto de las barbaridades más bestias que puede uno escuchar de esta vida. Y ya a nadie le interesa NO VER los miembros amputados de las víctimas de un accidente de tren. Y ya a nadie le interesa NO VER la sangría que se ha hecho -o se hará, cuestión de tiempo- de los secuestrados internacionales por culpa de la bajada de pantalones nacional y el mirar hacia otro lado de la prensa. Y es porque nos hemos acostumbrado a tó. Y que viva el cine de Almonabar. O algo.




Lo siento pero no. Yo cuestionaba cada pregunta de mis profesores cuando intentaban explicarme qué era noticia y qué no. Lo de que un hombre muerda a un perro ya no vale. Debe haber sangre, miembros amputados, zoofilia encubierta y malversación de fondos por explotación de la ley de costas. Cuándo preguntaba porqué los niños deben ver muertos en el informativo de mediodía me respondían que era cosa de los padres dejar que lo vieran. Cuándo preguntaba porqué es mejor una portada de un accidente con cadáveres que otra que -respetuosamente- no los mostraba me respondían que allá cada cual con sus aprensiones. Cuando preguntaba qué tenía de informativo la muerte de un hombre en directo, encogido mi corazón desde el último día que compré un periódico -hasta el día de hoy- y que nunca obtuve respuesta alguna.

Y al fin y a la postre, cuando preguntaba por la ética periodística y la dignidad del informador en artículos encubiertamente -o no tanto- partidístas o manipuladores se me sugería una idea que acabé por destilar cuando me tocó ponerme a trabajar: "la dignidad es para quien se la puede pagar".

Esa, más o menos, es la norma básica en la que se sustenta el actual sistema informativo internacional. Cualquiera lo sabe más y mejor que yo. Poco o nada importa si ese señor realmente hizo daño a la niña. Poco importa si el profesor quedó en coma por interceder en un caso de maltrato. No merece la pena seguir hablando siquiera de los muertos de la guerra - o de paz-, de los que siguen muriendo por eso que llaman Gripe A, de los que no pueden llegar a fin de mes mientras los otros se van de cumbres borrascosas. La dignidad es para quien se la puede pagar. Y si no es noticia, no existe.


En fin. Lo que os decía, mucho que contar y poco que decir.


Estoy cansada. Iba a contaros cómo hoy he dado un pequeño pasito para seguir levantando el país -no, yo no me estoy preparando oposiciones-, cómo he luchado por conquistar la naturaleza y hacer el trabajo duro de los tipos duros, ese que nadie se cuestiona pero que alguien tiene que hacer, cómo tengo las manos destrozadas, el culo prieto y los zapatos llenos de guijarros de alcanzar riscos y subir colinas. Pero no. Estoy cansada de los medios. Y ya nomacuerdo lo que venía a hacer aquí.



4 comentarios:

  1. Por ahí alguien me recordó una frase lapidaria:
    " No dejes que la realidad te estropee un buen titular"

    Lo de la ética del periodismo debe ser una marca de calcetines o algo similar.

    Apañaos estamos. Lo de ese pobre hombre: brutal. A ver quién le recompone la vida por mucha indemnizaciòn que le puedan dar.

    ResponderEliminar
  2. Vi por la tele a la Delega del Gobierno en Canarias y si hubiera dependido de mí la hubiera encarcelado al momento.
    Por falsa, por mala, por perra, por caradura, y por sinvergüenza.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Yo también me he preguntado muchas de estas cosas, pero jamás he encotrado respuestas... Este artículo es muy, pero muy bueno, porque... edifica...

    ResponderEliminar
  4. También te digo una cosa, tiene tanta culpa la sociedad que los medios. Nos gusta gritar sin saber, porque para saber hay que, por lo menos, contrastar y eso da pereza... Tampoco nos gusta esperar "Esperar, a qué?? a que mate a más crias!! Si es un asesino!!" Oiga, que eso, lo tiene que decir un juez, que aún no ha abierto la boca.

    Por otra parte, está la ética política y periodistica, que son de otro calibre... Me parece bien lo que hizo el médico, por si acaso, no pasa nada. Lo que estuvo mal fue que saltara a los medios antes de saber realmente qué narices había pasado. En fin... que con una pizza y una botella de vino se habla mejor de todo esto, qué te voy a decir que no sepas ya?

    A cuidarse!

    ResponderEliminar

Jailai!