sábado, 30 de enero de 2010

Nueva portada, la misma mier...

Me aburro muy pronto de las cosas, sobre todo si las he "creado" yo.
Sirva este nuevo banner para ilustrar el espíritu intrínseco que destilan mis palabras, las que se dicen y las que no.
Para aquellos que puedan sentirse ofendidos que seguro que alguno se presenta en mi puertacon las vestiduras hechas yesca, reseñaré que dicha imagen no es mía y el original tampoco, que era del amigo Leonardo, el cual no era precisamente el paradigma de un cristiano temeroso del altísimo.
Estoy entrando en un tormentoso proceso creativo, cuando salga os lo haré saber.

martes, 26 de enero de 2010

Mios, tuyos, de puta todos!!!

Metaforas mil, de Los Pun-Se-Tes. Sin Comentarios. Pena que los Scorpions se retiren.


lunes, 25 de enero de 2010

Schroedinger lo sabe


La teoría del LolCat de Schroedinger



Porque me voy a tatuar a Ezio Auditore en el culo. Yo no, claro, que tengo callos en los dedos por jugar sin altura ninguna ni conocimientos previos: "Viéndote jugar me sorprende que hayas llegado tan lejos", a los 10 minutos de juego. A Florencia vuelvo este año, como me llamo Ezi... estooo....
Porque envidio a Patrick Rothfuss y su amor por las buenas historias que ha conseguido trasplantar, hacer brotar y florecer en una primera gran obra. Cualquier cosa que leáis acerca de este libro sera cierta.
Porque te gastas lo que no ganas en majaderias y rezongas, recelas y cree el ladrón varios respecto a entidades voluntarias que necesitarían muy poco para ayudar muy mucho en Haiti, por ejemplo. Por poner un solo ejemplo.
Porque si quisiera ver pitufos grandes contra transformers me bajaría los Power Rangers en vez de ver Avatar. Que si, que vale, pero que no. "Nadie que la haya visto diría eso!" Exacto Nelson.
Porque mi coche es ya una extensión de mi cuerpo, concretamente, lo que me crece justo debajo del culo.
Porque siento indiferencia hacia los aniversarios, concretamente los mios. Es una facultad que adquirí con los años a base de golpearme continuamente con mi optimismo o la feliz ignorancia.
Porque podría ponerme a contar la cantidad de usos chorras y malignos que en Smallville se han hecho del "meteorito" -ya que por contrato no se le puede llamar kryptonita, ni el héroe sera visto volando o vestido de colorines-.
Porque me doy cabezazos buscando spoilers visuales en la Ultima Cena de Lost que, cruzando los dedos de los pies, no es un recurso muy original como promo. Sobre todo porque no hay serie o elenco que se precie que no tenga su correspondiente emulación DaVinciana.
Porque me deshago en la trivialidad del pasar de los días sin centrarme en nada, como siempre, como nunca. Testigo externa sin voz ni voto ni ganas, descremada, descafeinada, mediocre dentro de un "pudo haber sido", consciente de mi propia decadencia y, claro, conforme y resignada que, al fin y al cabo, es la base de todo el problema. O sera que esta nublado hoy.
Y porque, en cuestiones de la psique, mi cabeza -y por extensión mi todo, incluido mi coche- bien se me asemeja tal que a la caja de Schroedinger. Cerrada y pudiendo contener tanto un gato vivo como un gato envenenado. Probablemente ambos y practicando el canibalismo en este mismo momento entre el gato zombie y el gato no-zombie.
En cualquier caso, Schroedinger lo sabe.
Y ahora que me acuerdo, voy a buscar una promo de Ultima Cena de The Big Bang Theory, que seguro que ya la hay.

jueves, 21 de enero de 2010

La abuela de Carlos

Carlos miraba ahora a su abuela muerta. Veía un rostro sereno y apaciguado, un aspecto hermoso y, claro, ligeramente enjuto. Su madre y sus tías se iban turnando de plañideras frente al féretro mientras las demás se ocupaban de recibir los pésames, consuelos y felicitaciones por la belleza que mostraba la finada.
Carlos no sabía exactamente el porqué de las felicitaciones pero lo cierto es que tampoco sabía cómo podían reconocer a la que fuera su abuela. La miraba como si fuera un puzzle de piezas perdidas. Desde que él la conocía, siempre le había dado miedo. Siempre llevaba la cabeza llena de rulos, la cara envuelta en potingues y las ropas sucias y remendadas. Y tampoco es que fuera la habitual abuelita dulce y generosa sino más bien lo contrario.
Su abuela había estado preparándose toda su vida para el momento de su muerte. A tal conclusión llegó Carlos desde la certera rotundidad de sus ocho años.

sábado, 16 de enero de 2010

Cosas que Joden

En la vida hay que hacer cosas que joden.

Como asistir a una comida de varias familias -a las que no conoces de nada- todos ellos con hijos casaderos y sus respectivos adosados invitados sin previo aviso en lo que se conoce como "encerrona".

Por ejemplo, jode pisar una mierda o trabajar.

Asisto por cuestiones laborales. Y arrastro a mi pareja conmigo.

Cuando estoy en un sitio en el que no debo estar

me quiero morir


Cuando te das cuenta que entre todos no juntan dos neuronas.

o matarte

Si, matarlos a todos.

despacito,

Que sufran, con zapatos de vagabundos en la boca.

sin prisa

pero sin pausa.


Que paguen por su sola existencia.


A veces me conformaría con que te callaras,

a veces daría dinero porque te callaras,

a veces daría mi vida porque te callaras,

a veces decapitaría por un segundo de silencio.


Apá, un coche igual quel tuyo!
Si se unen los moros, los chinos y los rusos se va to a la mierda!
El vino este tiene más de 30 grados!
Cari, pideme más gambas que me san acabao!
El café con baylis esta mas bueno alternándolo con vino!
Apá, como se llaman los policías que regulan los aviones?!!
Son frases que he tenido que escuchar esta tarde. Entre muchas muchas otras.


En la vida hay que hacer cosas idiotas.

Por ejemplo una: hablar con idiotas

o sonreír a idiotas.


Durante más cuatro horas, además.

Rodeado de idiotas por los cuatro costados

me quiero morir


Sobre todo cuando me pasan el horterísimo albúm de fotos "prenatal" -no sabía que eso se podía hacer sin quebrantar varias leyes- de la garrula gordíiisima que tengo enfrente, embarazadísima de mellizos, pintada como una puerta e hija de la Suprema de Mostoles que está igual de gorda y pintada que ella. Detalle: embarazo no deseado, pues la zagala tiene unos 20 años, igual que el gañán del novio que la acompaña, el cual bajó del coche torso descubierto para ponerse una camisa abierta hasta medio pecho. Me quiero morir mucho.

o matarlos

Mejor. Mejor matarlos.

por idiotas,

Y por... buff... por idiotas.

pero son muchos

y me cansa.


Esa es la verdadera desgracia de esta historia, supongo.


Mejor esperar a que mueran por su cuenta.

Veremos, uno por uno, cómo revientan.

Pondremos todos sus órganos a la venta.

A veces decapitaría por un segundo de silencio.


Y mira que yo soy pacífica, oigan. Pero es que estos se lo han ganao con creces.


En la vida hay que hacer cosas que hartan.

Como ver deglutir gambas al ajillo a semejante piara de energúmenos durante más de lo que puede soportar un ser civilizado y con sentido común.

Por ejemplo harta viajar en el metro sin respirar,

sin aire.


O apretujados por haberse apuntado el doble de gente a última hora y no ser capaces de racionalizar el uso de una segunda mesa que hubiera aportado un mínimo de dignidad y espacio personal.

Rodeado de axilas por los cuatro costados

no quiero vivir.


No cerca de esta gente, por dios. Una y no más. Ya no me pillán en otra.

Me voy al campo.

Que los follen.

Que los zurzan.


Chim-pón!!


Letra de Mama Ladilla, canción "Cosas que joden", subtítulos de la Señorita Estropajo, que va a empezar a echar espumarrajos por la boca de tanta ignorancia cinco segundos después de publicar esta entrada.

miércoles, 13 de enero de 2010

Muncho!

Ma llegao. Y mira que últimamente voy que me duermo encima y no me llega ni el riego. Pero Super Perrete ma llegao. Y es que en esta tierra somos asín. No me lo tengais en cuenta, que, insisto, ando falta de sueño y alguna que otra ostieja también.


viernes, 8 de enero de 2010

Bajo el arbol


Andaba esta mañana podando una serisa cuando recordé una vieja charla donde uno de esos espíritus libres que campan por el mundo me señalaba como compleja y misteriosa; concretamente "más hermética que un tupper"* y "más rara que un perro verde". Aquello me invito a reflexionar, claro. De tales afirmaciones saque en claro que debía dejar de relacionarme con aquel fenómeno de persona y su círculo de acólitos perroflautas hijos todos de banqueros, médicos y similares noblezas.

Aquello de "no te leo el pensamiento" o "que te compre quien te entienda" también pudo ser escuchado por mis orejas por esos tiempos dada mi tendencia a darme la vuelta sin avisar y "dejar al personal con la palabra en la boca" si entendía que era pura y dura bazofia lo que salía del pozo que tenían en la cara mis interlocutores.

Cualquiera hubiese pensado que no era muy inteligente -ni sociable- por mi parte. Cualquiera hubiera pensado que lo normal en esa época en la que cada cual busca su sitio era modelarme a aquel círculo que prometía un puesto entre la futura flor y nata de la localidad. Pero por lo visto soy "más peligrosa que una caja de bombas" o "mas loca que una cabra alemana" en lo que a razonar se refiere y opte por una fidelidad hacia mi misma frente al actuar popular que se hubiera impuesto en ese momento.

Y seguramente cualquiera hubiera llevado razón. Y es que no pocas incomprensiones y decepciones me han tocado por mantenerme solo fiel a mi misma e ir "a mi puta bola" ya que esa situación se fue repitiendo conforme iba dibujando mi camino, casi siempre sola y, por consiguiente, retraída, socialmente inadaptada mas por exceso de personalidad que por su defecto, y en fin, por estar siempre mas “palla que paca”.


A día de hoy cuento con pocos amigos, apenas media mano y demasiados conocidos. Incluso quien hoy me acompaña en la vida es de ese tipo de personas que brillan entre el resto, que son preclaras y no pagan por prejuicios, de esas que no abundan en el camino y no lo digo porque pague la mitad de mi alquiler, sino porque me pude dar cuenta a los dos minutos de conocerlo. Así son esos pocos amigos míos. Esos que desde el principio no pretendieron que encajara en ninguna parte y que mostraron estoicismo y paciencia frente a mis "pensamientos ilegibles" o mis idas de hoya. Estos pocos que me acompañan son conscientes de que suelo ir "a mi puta bola", que soy ciertamente "hermética" o tan impredecible o "peligrosa como una caja de bombas". Soy afortunada, ciertamente.




De esas y otras cosas recapacitaba yo esta mañana podando mi primer bonsái. Esperemos que no se me seque de tanta abstracción.





*Frases reales dichas y perdidas en el espacio-tiempo de la memoria.

martes, 5 de enero de 2010

Crecimiento espiritual negativo


Bien por el IPC claro, lo malo es que ahora lo podremos ver emigrando a zonas poco soleadas, perseguir a jovenzuelas castas y afirmar que solo mata por hambre y no por placer. Y que venga VanHellsing y se haga ministro de economía, oigan.
No me creo nada. Dicen que ha subido el IPC un 0,9%. Mentira. Que me pongan la imagen del vampiro gayolo de CrepúsCULO en esa noticia es, sin dejar lugar a duda alguna, señal de que estamos siendo aspirados, succionados, secados y exprimidos por la crisis. Ni crecimiento ni pollas. No señores, las cosas no se hacen así.

Por otra parte, Feliz Ano nuevo, como dice el Sr. Cojones, que no lo he dicho antes. Y es que ando con el culo torcido y totalmente inusitada de mi misma gracias a mi medio de comunicacion favorito, la tele. Y es que mi relación de amor-odio con ella me tiene los pelos de punta desde que TVE no tiene publicidad. Desconfío, la sigo, la veo. Espero que baje la calidad pero no es tanto eso como tirar de archivo. Total, que estoy en periodo de crecimiento espiritual negativo o lo que viene siendo lo mismo, con la mosca detrás de la oreja. Y ahora me entero que es líder de audiencia desde el mismísimo minuto 1 de este año. No atino que pensar.


Permanezcan atentos a la Pantolla, que decían aquellos.