lunes, 25 de enero de 2010

Schroedinger lo sabe


La teoría del LolCat de Schroedinger



Porque me voy a tatuar a Ezio Auditore en el culo. Yo no, claro, que tengo callos en los dedos por jugar sin altura ninguna ni conocimientos previos: "Viéndote jugar me sorprende que hayas llegado tan lejos", a los 10 minutos de juego. A Florencia vuelvo este año, como me llamo Ezi... estooo....
Porque envidio a Patrick Rothfuss y su amor por las buenas historias que ha conseguido trasplantar, hacer brotar y florecer en una primera gran obra. Cualquier cosa que leáis acerca de este libro sera cierta.
Porque te gastas lo que no ganas en majaderias y rezongas, recelas y cree el ladrón varios respecto a entidades voluntarias que necesitarían muy poco para ayudar muy mucho en Haiti, por ejemplo. Por poner un solo ejemplo.
Porque si quisiera ver pitufos grandes contra transformers me bajaría los Power Rangers en vez de ver Avatar. Que si, que vale, pero que no. "Nadie que la haya visto diría eso!" Exacto Nelson.
Porque mi coche es ya una extensión de mi cuerpo, concretamente, lo que me crece justo debajo del culo.
Porque siento indiferencia hacia los aniversarios, concretamente los mios. Es una facultad que adquirí con los años a base de golpearme continuamente con mi optimismo o la feliz ignorancia.
Porque podría ponerme a contar la cantidad de usos chorras y malignos que en Smallville se han hecho del "meteorito" -ya que por contrato no se le puede llamar kryptonita, ni el héroe sera visto volando o vestido de colorines-.
Porque me doy cabezazos buscando spoilers visuales en la Ultima Cena de Lost que, cruzando los dedos de los pies, no es un recurso muy original como promo. Sobre todo porque no hay serie o elenco que se precie que no tenga su correspondiente emulación DaVinciana.
Porque me deshago en la trivialidad del pasar de los días sin centrarme en nada, como siempre, como nunca. Testigo externa sin voz ni voto ni ganas, descremada, descafeinada, mediocre dentro de un "pudo haber sido", consciente de mi propia decadencia y, claro, conforme y resignada que, al fin y al cabo, es la base de todo el problema. O sera que esta nublado hoy.
Y porque, en cuestiones de la psique, mi cabeza -y por extensión mi todo, incluido mi coche- bien se me asemeja tal que a la caja de Schroedinger. Cerrada y pudiendo contener tanto un gato vivo como un gato envenenado. Probablemente ambos y practicando el canibalismo en este mismo momento entre el gato zombie y el gato no-zombie.
En cualquier caso, Schroedinger lo sabe.
Y ahora que me acuerdo, voy a buscar una promo de Ultima Cena de The Big Bang Theory, que seguro que ya la hay.

2 comentarios:

  1. No sabía quien era, lo he buscado en wikipedia, de ahí a lo del gato y después de leer el experimento me voy a tomar una cerveza para olvidarlo.

    Besos.

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  2. Recuerdo un poco el capítulo en el que Sheldon usaba la teoría del gato con Penny.
    Avatar no la he visto y ni ganas, prefiero los encantadores snorkels.
    Y BRAVO por este post.

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Jailai!